El conjunto de la membrana timpánica y cadena de huesecillos realiza una adaptación de la fuerza que ejerce el sonido que llega al oído y pone en vibración a la primera y optimiza la cantidad de energía acústica transmitida a la cóclea.

Se realiza colocando una sonda en la apertura del conducto auditivo externo, a través de la que se aplica un sonido de frecuencia e intensidad variable, según el interés del estudio, y variaciones de presión que desplazan el tímpano ligeramente fuera de su posición normal.

En dicha sonda hay también un pequeño micrófono que registra la intensidad del sonido reflejada por la membrana timpánica. Dentro de esta prueba existen dos partes complementarias.

La primera es el estudio del timpanograma o de la variación de la distensibilidad del sistema tímpano-cadena osicular en función de la presión ejercida en el conducto auditivo externo.

Se representa gráficamente de manera automática por una curva en forma de tienda de campaña, cuyo eje horizontal es la presión aplicada en el oído externo. En condiciones normales el pico de la curva está centrado a 0 mm. de presión.

Es una prueba específica del funcionamiento del oído medio.

La segunda parte de la prueba es el estudio del reflejo estapedial o del estribo consistente en una contracción de dicho músculo (analizado por los cambios en el timpanograma) cuando se estimula el oído con un sonido de 80 dB. superior al umbral por vía aérea.

La disfonía es un síntoma cuyo diagnóstico se realiza visualizando las cuerdas vocales.
Ante cualquier alteración de la producción vocal o de la calidad del tono o volumen de la voz y que afecta la calidad de vida, laboral o social. Constituye la alteración de la voz en cuanto a su tono, timbre o intensidad por un mal uso o abuso vocal o por un trastorno orgánico. Así, las disfonías se pueden clasificar en orgánicas (cuando existe una lesión anatómica en los órganos de fonación) y funcionales (sin evidencia de dicha lesión).

La disfagia es la alteración en la deglución de líquidos y alimentos, se caracteriza por la dificultad en la preparación oral de los alimentos y/o en el traslado del bolo desde la cavidad bucal hasta el estómago. Las personas que padecen disfagia frecuentemente tienen alterada la capacidad para alimentarse e hidratarse de manera óptima, pudiendo aparecer cuadros de desnutrición y deshidratación. Las alteraciones en la seguridad de la deglución pueden ocasionar complicaciones respiratorias graves, como neumonías aspirativas. En ocasiones, la disfagia pasa desapercibida o se minimiza su alcance en la salud, sin embargo, supone un impacto negativo sobre la calidad de vida de las personas.

Los signos y síntomas que puede presentar al tragar son:
– Dificultad para tragar
– Sensación de que los alimentos se atascan en la garganta o en el pecho
– Babeo
–Regreso de los alimentos a la boca (regurgitación)
– Perdida de peso
– Tos al comer
– Tener que fraccionar los alimentos en trozos más pequeños o evitar determinados alimentos debido a los problemas para tragar.
La detección precoz del problema es el primer paso para un diagnóstico correcto que permita adecuar las medidas terapéuticas y evitar la aparición de complicaciones.

En la actualidad, los estudios complementarios más utilizados para estudiar funcionalmente la deglución son: la videofluoroscopia y la evaluación fibroscópica de la deglución (FEES).
La FEES es un estudio que se puede realizar en consultorio o a domicilio y determina si la deglucion es eficaz y segura, tras realizarlo se puede planear el tratamiento rehabilitatorio.
Vitalstim es una terapia con estimulación eléctrica que ayuda a los músculos de la deglucion para fortalecimiento.